martes, 14 de octubre de 2014

HOLA OTOÑO! UN CAFECITO?


HOLA OTOÑO! UN CAFECITO?
El auténtico sabor de un café comercio justo Equanum recién hecho. 
¿TE APETECE?
 
La vuelta al trabajo sobrevuela amenazante nuestros más recientes recuerdos del verano. Atrás quedan los merecidos descansos, los pequeños placeres temporales, las risas cómplices con los amigos más cercanos, los hábitos saludables, las horas de disfrute y liberación. Todo era perfecto.

Pero, sin invitarlo, llega el tiempo de volver. Volver a la rutina, a los atascos, al frío y a la incomodidad, a las prisas, al cansancio y el malestar, al tiempo de añoranza de que, hace unos días, sólo unos días, la vida era mucho mejor. Inevitablemente, no viene sólo, llega con un inesperado síndrome postvacacional al que parece que nos vemos abocados sin remisión. Y, con él, un sinfín de palabras y emociones que invaden nuestra sonrisa y lastran nuestras alas: obligación, desmotivación, estrés, aburrimiento, desánimo… y esa sensación de estar atrapados en rutinas que nos arrastran sin que nos demos ni cuenta.

No es justo. Como si, al acabar el tiempo estival, agotásemos nuestra libertad, nuestra alegría, nuestra ilusión y entusiasmo y nos subiésemos a la cinta transportadora de una vida que nos trae y nos lleva alejándonos de la realización y de la felicidad. Cuán sencillo era todo antes!

No quiero que el espíritu de las vacaciones me abandone, así por así, sin pagar por su osadía.

Estoy presto y dispuesto a hacérselo pagar muy caro. Pienso luchar hasta llenar los días y mi realidad de luz, de esperanzas terrenales y de encontrar de nuevo sensaciones positivas. Cuando no podemos cambiar lo que nos sucede, sí podemos elegir cambiar nuestro modo de enfrentarlo. Quiero volver a disfrutar de los pequeños placeres de la vida porque, quizá, me vuelvan a pasar inadvertidos una vez más.

Me desperezaré lentamente al despertar, con una ducha revitalizante en la mañana, un baño de optimismo, quiero ver amanecer, saludaré al Otoño con el aroma de mi café comercio justo recién hecho, dejaré que el sol me acaricie suavemente y las hojas caigan inevitablemente. Sólo así estaré preparado para afrontar un día de gratos recuerdos, pero un sinfín de oportunidades de volver a ser feliz.

Y al llegar un nuevo día, una nueva oportunidad, sé que mañana mi café comercio justo recién hecho me estará esperando para acompañarme en mis sueños de futuro. Realmente, ¿Qué más puedo pedir?
¿Tú también quieres mi café?